A propósito de la polémica que se ha suscitado sobre un investigador, que además tiene una responsabilidad política, sobre si tenía o no derecho o si cumplía o no con sus obligaciones contractuales, ha habido una gran confusión al mezclar, incluso en el mismo artículo informativo, las palabras beca y contrato. Y no son lo mismo. Desde hace mucho tiempo se ha reclamado y a pesar de los diferentes gobiernos, y este último no es la excepción, que se aclarase normativamente una cosa y otra. El sindicato en general y USO en particular, los jóvenes investigadores, el Consjeo de la Juventud, etc.. hemos estado reclamando que los licenciados, ya sea en estudios superiores o de Formación Profesional, deben tener contratos laborales, en sus diferentes tipos, incluyendo el de obras y servicios. Y la investigación es trabajo. Las becas estarían asociadas a las actividades de prácticas o de formación prelicenciatura. Hay por parte de muchas empresas e incluso la administración un intento de vulnerar esta distinción, debido a la escasa inspección laboral, profundizando en la precariedad, incluso con fraude de ley obligando a los becarios a un pseudo convenio formativo con centros educativos. Todos cómplices de esas prácticas que redunda en trabajadores pobres y en la escasa cultura empresarial,
El ministro polaco Rau no tiene palabra en el ‘caso Pablo González’
“Pablo González será sometido a juicio en un tiempo relativamente pronto”. Estas fueron las palabras del ministro...
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