Ada Colau ha suspendido el hermanamiento con Tel Aviv mientras siga la ocupación, colonización y ‘apartheid’ israelí. Aspectos no rechazados por la ciudad de Tel Aviv.
Con criterios semejantes se dejó el hermanamiento con San Petersburgo, Rusia. Ella y quienes la apoyan son coherentes. El ministro Albares y una ristra de partidos, incluyendo al PP, PSC-PSOE, no. Y esto incluye a diversos medios de comunicación.
Si queremos una paz justa, al igual que se hizo con la supremacista Sudáfrica, desde fuera hay que desvelar a la población israelí que la política de sus gobiernos, elegidos por ellos, es ilegal, antiética y antisemita.
Messi hizo bien en no querer jugar en este Israel. Colau, a pesar de los defensores del doble rasero y la singularidad israelí, como las empresas que se lucran con la ocupación, ha antepuesto la defensa de los derechos humanos y del derecho internacional. Ese es el puente hacia una paz justa.
0 comentarios